Una de las cosas que te sorprenderá de Sicilia, en la región insular de Italia, son los llamativos colores que se utilizan para la cerámica y la decoración.
En esta oportunidad te contamos la historia del “carretto siciliano” y la explosión de colores que lo llevan a ser un ícono representativo de la isla.
Su origen se remonta hacia el 1830, en oportunidad que se construían las vías de conexión entre los diferentes sitios de la isla a fin de trasladar la mercadería y personas de un lugar a otro. Crean este carro de ruedas altas que permitía sortear los obstáculos del camino.
El escritor francés Gonzalve de Nervo lo describe en 1833 cuando narra su viaje por la isla “hay carros con imágenes de la virgen y de otros santos realizados con una técnica similar a la de los vitrales y el caballo que lo tira cubierto de penachos y la montura de cuero con ganchos dorados”.La combinación de colores hace que sea muy atractivo a la vista y captura la mirada de todos. Si te acercas a ellos podrás ver los diseños representados en la estructura de madera que lo componen. Estos diseños incluyen flores, frutas, monstruos mitológicos, representaciones religiosas, soles, estrellas etc.
Antiguamente era habitual encontrar estos carrettos en toda la isla, en la actualidad han quedado para ser utilizados como elemento decorativos en mercados y comercios. Hoy se los puede ver en los desfiles típicos, fiestas patronales, carnaval. Los propietarios hacen brillar los carrettos decorándolos con plumas y flores mientras el carretero lleva una vestimenta haciendo juego incluso con el atuendo del caballo que lo tira. La técnica de decoración utilizada en los carrettos puede verse aplicada en otros medios de transporte más contemporáneos pero la originalidad y diseño del carretto lo convierte en ese elemento único y característico de la región. Una gran colección de éstos íconos se pueden encontrar en el Museo Regional de Aumale, provincia de Palermo. Versiones modernas se utilizan como elementos decorativos.
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